Caleb M. Anderson

por **Caleb M. Anderson** Vie Jun 29, 2012 1:37 am

Caleb Matthiew Anderson
Caleb M. Anderson 494523241142347085

"Solo hay dos clases de personas en el mundo: Las que me aman y las que todavía no me conocen"

Datos

Nombre completo : Caleb Matthiew Anderson
Apodos: Caleb a secas. Raramente Cab o Leb
Fecha & Lugar de nacimiento: Apareció en Hamburgo, Alemania; imposible estimar una fecha
Edad Real: Alrededor de dos siglos
Edad Aparente: 23 perpetuos años
Clase social : alta, aunque sin grandes demostraciones de riqueza
Orientación Sexual: Heterosexual
Raza,Especie o Clan: Mitus, Demonio íncubo.

Spoiler:

Fraternidad:

Así soy yo

Descripción Psicológica:: La primera impresión que obtengas de Caleb te gustará. Es su esencia. Es irresistible. Literalmente. Su condición de íncubo hace que cualquier persona que esté a su alrededor sienta una especie de atracción (no necesariamente sexual) hacia él.
Pero más allá de eso, y probablemente por esa razón, sumada a su larguísima edad, hace que tenga un carácter positivo, soñador y, por qué no decirlo, bastante egocéntrico. Considera que está por encima de todo ser mortal hasta que algo le hace darse cuenta de que no es así. Sin embargo, su cabezonería, su amor propio y en muchas ocasiones su egoísmo (aunque sea inconsciente) hacen que a veces acabe ganándose la manía de algunas personas.
Pero una vez que llegues a conocerle de verdad, si es que él te deja hacerlo, te darás cuenta de que debajo de toda esa máscara de egolatrismo (que no es, en ningún caso falsa) se esconde, sin embargo, una persona sumida en la más profunda soledad. Hace siglos que camina por el mundo viendo como las personas con las que coge alguna confianza e incluso algún sentimiento, acaban falleciendo, pereciendo o simplemente, marchándose. Ha aprendido a no dejar que esos sentimientos salgan a la luz, por lo que se mostrará como alguien frío y sarcástico, oportunista, ingenioso y astuto. Como si estuviera por encima del bien y del mal, como si ni tú ni nadie importaseis en el mundo, porque, al fin y al cabo, este seguirá girando acontezcan como acontezcan los hechos.

Virtudes: - Extremadamente extrovertido.
- De carácter ingenioso y astuto.
- Siempre conseguirá sacarte una sonrisa y ver el lado positivo de las cosas
- Siempre tiene un consejo
- Gran amigo de sus amigos. Gran sentido de la lealtad, aunque nunca jura fidelidad a nadie, esa persona debe ganarse su confianza de manera desinteresada.

Defectos: - Solitario y desconfiado. No suele hacer amigos, más allá de algo pasajero.
- Impredecible, imposible averiguar cual será su próximo comentario o como será su opinión sobre algún tema.
- A veces su sarcasmo puede herir los sentimientos y, aunque intenta hacerse el indiferente, en el fondo no quiere herir a nadie.
- Puede llegar a ser violento si las cosas no salen por donde él quiere.
- Puede ser arrogante y sí, por qué negarlo, tiene un enorme amor propio y un ego sobredimensionado.

Gustos: -Batería y guitarra, pero sobre todo es un gran pianista. La música en general. Ha pasado por todas las épocas musicales desde hace dos siglos, por lo tanto, amante y gran crítico de cualquier pieza.
-Mujeres. Aquellas que se merecen el título. Con carácter (que no implica “mal” carácter), con personalidad.
-Velocidad y alturas, si es combinado, mejor.
-Deporte, sobre todo de riesgo.
-Los gatos. Son independientes, limpios, elegantes, hijos de la noche.

Odios: - Los perros. Huelen mal. Babean. No hay más explicación.
- Las mujeres predecibles, aquellas que confunden “erotismo e insinuación” con “ser fáciles”. Hay que recordar que Caleb nació allá por el siglo XIX, época de burdeles y escenarios de prostitución, pero para él, una mujer es una dama y en ningún caso un trofeo. Eso sí, “los tiempos que corren”, en los que el sexo sin compromiso está a la orden del día, son mucho más “funcionales” para él puesto que es mucho más fácil engatusar a cualquiera. Sin embargo, él no va a lo fácil, tiene demasiado orgullo y ansia de superación por lo que suele posar sus metas en las mujeres más inalcanzables.
- El agua... Aun recuerda la maldita invención de esa maquina infernal que escupía vapor y que permitiría al ser humano cruzar océanos. Un miedo que, aunque superado, no puede evitar provocarle náuseas. Por ello, la hubicación del internado le sienta como una pequeña cárcel que poco a poco va convirtiéndose en su hogar.

Manías: -Mantener contacto visual directo con todo el mundo. Es su arma, dada su naturaleza y su inevitable mirada sensual.
-Sonríe de medio lado y se muerde el labio cuando algo lo hace reir de verdad. Arquea la ceja cuando ocurre algo que no esperaba.

Descripción Física
Caleb M. Anderson Tini4g

Profundizando en el aspecto físico, nos encontramos con un chico de ojos castaños y, actualmente, cabello negro -con anterioridad rubio- adornado con trenzas africanas, siendo su estatura de 1’80 metros y pesando unos 70 Kg., aproximadamente. Piel bronceada por naturaleza y especialmente suave. Ojos rasgados y grandes, de color marrón oscuro. Labios carnosos que perfilan una hilera perfecta de dientes blancos y pulidos. Un punto clave tanto en su estilo como en su personalidad, es el piercing que tiene en el lado inferior izquierdo del labio; actualmente, a éste, se han unido dos dilataciones – una por cada oreja. Manos grandes y voz grave aunque suave.

Spoiler:

Descripción Histórica

Familia: Probablemente "Anderson" no es el apellido real de Caleb, pero a lo largo de toda su historia, por más de dos siglos de trayectoria, ha ido cambiando de apellido. Probablemente, su verdadero apellido corresponde a "Angers" y su verdadero nombre podría ser el segundo, Matthiew; siendo "Caleb" un pseudónimo... pero eso es algo que en realidad ya no importa.
Caleb nunca ha tenido una familia. No tiene "hermanos" y nunca ha conocido a nadie de su raza, por lo que ha sido a lo largo del tiempo, un ser solitario y con poca estima por los demás.

Historia:

Caleb nació en Hamburgo, Alemania, del vientre de una prostituta de la época que, al no poder hacerse cargo de un hijo nacido de una noche de trabajo, lo abandonó en un orfanato católico cerca de la capital, Berlín.
Sin embargo, lo que la madre de Caleb (de la cual no recuerda el nombre ni el rostro) no sabía era que aquel individuo extraño, del que no recordaba demasiado en una noche de desenfreno era, nada más y nada menos, que una criatura mitológica; un demonio: un íncubo.
Al dejar embarazada a la pobre mujer, casi dejándose la vida en el parto, y resultar un varón de aquel nacimiento, un nuevo íncubo había sido engendrado.
Caleb crecía más rápido que los demás niños, tanto física como intelectualmente, lo que le llevaba a la marginación y por supuesto aquellos que profesaban la religión veían (sin estar equivocados) al demonio mismo. Alrededor de los 10 años aparentaba la edad de 16, lo que sirvió al orfanato como excusa para poder expulsarlo a la calle cuando aparentaba los 18, con apenas 12 años, por desacato y mala conducta.
Comenzó a frecuentar el barrio rojo de Berlín, conociendo pronto, muy pronto, su verdadera naturaleza y los paraísos artificiales (drogas, sexo, alcohol)...
Comenzó a trabajar entre burdeles, como pianista normalmente, lo que le acerca mucho a la música. Además, esto le sirvió para vivir entre mujeres. Las comprende y no las ve como un alimento ni como un objeto. Nunca ejerció como proxeneta pero dadas sus habilidades para moverse rápido en la oscuridad, por su condición de demonio, no dudó en arrebatar la vida a quienes se atrevían a levantar la mano a las mujeres.
Sin embargo, esos tiempos han acabado, hace mucho que no derrama sangre y, la verdad, es algo que nunca le gustó. Aunque no ve nobleza ninguna en la mayoría de los humanos e incluso a veces no puede evitar verlos como a animales, siempre hay quien le hace cambiar de idea.
En su larga vida ha madurado y pasado por todo tipo de experiencias, tiene opiniones y caracter fuerte y asentado aunque en ocasiones pueda parecer infantil ya que, al fin y al cabo, nunca tuvo una infancia. No suele confiar en la gente porque, como no puede ser de otra manera, el tiempo devorador se lo lleva todo.

Secretos : Es mas inseguro de lo que parece, no físicamente, pero en el fondo echa de menos poder confiar en alguien porque tras doscientos años de convivencia consigo mismo, él es probablemente la persona a la que más a llegado a odiar.
Puesto que se alimenta de la energía humana, el "comer alimentos" no implica para él más allá de un placer sensorial de su condición humanoide. Mientras algunos humanos practican el sexo para el placer, él hace lo mismo con la comida.
Buscar la salvación de la raza humana como población mayoritaria del mundo es algo que "realmente" no le preocupa. Sin embargo, necesita a los humanos -a las humanas- para existir, por lo que se ve irremediablemente ligado al problema

{He leído y estoy de acuerdo con las condiciones que expresa el foro de rol Under Water Constance Emilie}